Aparthotel Ona Dorada El Tarter

Se puede decir de positivo los servicios de limpieza, WC y cocina completos, WiFi. La atención al cliente por parte de la recepción es muy buena y atenta. Los aspectos negativos serían el espacio del comedor donde tendría que ubicarse un sofá cama. Es de reducido tamaño y para utilizar el sofá como cama se tiene que mover la mesa y sillas y aún así, sigue quedando un espacio reducido para la parte de cocina. Otro aspecto negativo sería el sistema establecido para el servicio de WiFi. Se pagan 4€/día por el servicio de WiFi, pero el servicio tiene la condición de que sólo se puede conectar un sólo dispositivo no dos o más a la vez, por lo para conectar un teléfono primero se tiene que desconectar otro teléfono. Esto resulta incómodo y estaría bien que la empresa buscase otro sistema para hacer más cómodo y práctico el servicio de WiFi.

El sitio es muy acogedor, las instalaciones buenas.

La habitación del apartamento es una zona cerrada con una puerta corredera y sin ventana. No hay un solo armario donde colgar las cosas, sobre todo con ropa de esqui se hace algo complicado. En el lavabo tampoco había donde dejar las cosas. Para llegar era un poco incómodo pues se tienen que subir muchas escaleras para llegar al edificio de los apartamentos, no es práctico para cargar y descargar. No se puede aconsejar en absoluto para familñias con niños muy pequeños que vayan en cochecito. Se oye mucho los ruidos de los otros apartamentos. La cocina estaba bien equipada. La chica de la recepción Elena es muy servicial.

Personal muy amable y atento, a parte de una pequeña falta de mantenimiento reparaciones, es un lugar acogedor, tranquilo y bien situado.

Un apartamento agradable y con muy buen servicio. Enhorabuena.