Tuvimos algo de mala suerte porque las almohadas no eran de mi gusto y al reservar con tu poca antelación no pudimos coger cama de matrimonio. Perfecto salvo el desliz de no hacernos un día la habitación por despiste, pero nos invitaron en el bar mientras esperábamos 10 minutos tranquilamente. Había muchas cosas en el buffet del desayuno, se nos acabaron los zumos y el camarero nos sirvió zumos individuales, lo único que el domingo por la mañana nos tocó esperar a que nos sacaran una mesa para poder desayunar, ya digo que lo de mala suerte tuvimos, porque ni esto ni lo de las camas es normal. La habitación muy limpia espaciosa y colchones muy cómodos,el único pero que hacía mucho aire y zumba bastante la rendija del baño,extrañé la bañera,y vuelvo a recalcar la mala suerte porque no funcionaba la nevera,la TV algo pequeña. Igual peco de tiquismiquis,pero pongo todos los peros porque es un cuatro estrellas,pero ya digo,que repetiría pese estas críticas.
Estancia no hotel: Fevereiro 2016