Un lugar para desconectar, ambiente tranquilo situado en una zona estratégica, con el pueblo de arcos de la frontera que es precioso, sobre todo su casco antiguo y rodeado de un lago lo que deja una vistas desde el hotel impresionantes. Amabilidad y cortesía. en relación calidad, lo recomiendo, volveremos sin duda.
Estancia no hotel: Novembro 2013