Situación del hotel buena, habitación pequeña, terraza sin mesa, baño con olores, ducharse a sido una odisea, tacaños en cuanto a detalles, desayunos malos por no decir otra cosa. Es mejor desayunar fuera, saliendo del hotel al llegar al paseo ir hacia la derecha unos 5 minutos andando hay una cafetería a pie de calle con terraza y prensa que hacen un café muy bueno, las camas ruidosas, sales con dolores en todo el cuerpo, te clavas todos los muelles. No corresponde el precio con lo ofrecido. No soy de los que se quejan pero esto ha sido indignante y misero.
Estancia no hotel: Agosto 2010