En general, la sensación que transmite todos los aspectos del hotel merecen la categoría de 4 estrellas buen servicio, habitación espectacular,... Aun así, hay algunas trabas que si que dan a entrever una falta de supervisión del personal y de otras zonas. Durante la cena pasé un mal trago con un comentario a modo de broma que dijo un cocinero a otro y que me dejó de piedra. No lo comentaré aquí, lo dejé en las sugerencias del hotel, pero fue bastante chocante. Por otro lado, no hay nadie que haga cumplir la normativa que está vigente en las piscinas flotadores, pelotas, reserva de hamacas, puesto que el personal que está rondando la instalación es el encargado de ofrecer toallas, el socorrista que, honestamente, poco trabajo hizo si no hacía cumplir las normas y el personal de animación. También hay actitudes que deben considerarse en el personal, especialmente en los camareros del restaurante. Algunos de estos hablaban, vacilaban y caminaban como si estuviesen en la calle con amigos, no en el trabajo. Por otro lado, aunque la habitación estaba en orden y bien preparada, los sillones estaban sucios. En mi caso no es algo que moleste mucho, pero una persona que sea más... sensible, podría poner pegas si no se limpian bien para echarse en ellos o dormir. Asimismo, tampoco disponían de un plano orientativo de las instalaciones para poder conocerlas, algo que es bastante inusual. Aun así, la experiencia fue bastante positiva. Si el precio fuera un poco más asequible, repetiríamos sin duda alguna.
Estancia no hotel: Julho 2014