El trato del personal muy correcto. Lo mejor del hotel las vistas tan impresionantes que tienen, sobre todo en desde el restaurante, donde poder ver la Península de Troya. El hotel no ofrece servicios como para las estrellas que presenta. Es tranquilo y está algo alejado del centro si vas andando. La única nota a destacar es que nos cobraron por un bebé de 9 meses casi 30€ más de la tarifa que había para una habitación doble, ya que nos obligaban a acoger una triple, cuando la niña no duerme en cama.
Estancia no hotel: Fevereiro 2011