Hemos estado unos días en Semana Santa y en general el hotel está bien, su situación es muy buena y las habitaciones un poco antiguas, pero están limpias y te acostumbras enseguida al mobiliario vintage. Lo peor de nuestra estancia era a la hora de cenar media pensión porque en esta época no ponen bufet, sino menú con varios primeros y segundos a elegir. Había días que pedías algo por pedir y cuando te decidías luego igual no había, así que bastante mal organizado. Además al tener que servir mesa por mesa, el personal no era suficiente y te llegaban los platos fríos o sin hacer, como una dorada que había un día en la cena y sólo estaba hecha por un lado, el otro crudo totalmente, el de la mesa de al lado llamó la atención al metre para que avisara al cocinero. Si volviera a ir no fuera de la temporada estival, no cogería nada más que el desayuno.
Estancia no hotel: Abril 2015